ECONOMÍA Vs ECOLOGÍA (Parte I)[1]

Abstract: Las organizaciones internacionales y las comunidades académicas y científicas en todo el mundo, se vienen mostrando cada vez más apremiadas por encontrar la mejor manera de conciliar la economía con la ecología. La gran dificultad estriba en la ausencia de metodologías idóneas que incluyan precios para calcular el valor de las repercusiones positivas o negativas, que sobre los sistemas ecológicos se derivan de los proyectos de inversión y, desde luego, la clara imposibilidad de asignar valoraciones inequívocas a los llamados “bienes ambientales”.

CONSIDERACIONES AMBIENTALES EN LA EVALUACIÓN DE PROYECTOS

Es claro que los precios observados en los mercados convencionales no están en condiciones de proporcionar información alguna sobre la “disposición a pagar” por bienes ambientales, como agua y aire más limpios; biodiversidad o estética del paisaje; o los costos de los procesos degenerativos de suelo, subsuelo y fuentes hídricas producidos por derramamiento deliberado o casual de petróleo, o por métodos de sospechosa eficacia  como la fracturación hidráulica o fracking;  o por la irracional explotación minera a partir de mercurio o cianuro; o por la ganadería intensiva. A ninguno de estos efectos se les suele asignar un precio, sin embargo, estas repercusiones dado que afectan el bienestar de las comunidades, debe ser objeto de singular interés por parte de los analistas.

Cada vez que emprendamos el estudio de una propuesta de inversión debemos prever y examinar con rigor los posibles efectos externos que sobre el ámbito geográfico próximo o remoto determina cambios radicales sobre fauna, flora y sobre las organizaciones sociales.  Es por esta razón que hemos decidido reflexionar, en esta ocasión, sobre la dimensión ambiental de los proyectos, teniendo en cuenta dos niveles diferentes de aproximación: el primero, derivado del contundente y devastador y en muchas ocasiones irreversible efecto negativo que la mayoría de proyectos de desarrollo causan en el medio ambiente, buscando en éste caso inducir una metodología que involucre en la contabilidad de los proyectos públicos y privados, los llamados “costos ambientales”, enfoque éste  que corresponde a una extensión y complemento de la evaluación que se suele conocer con los rótulos de financiera, económica y social. Esto es lo que denominamos “evaluación ambiental de los proyectos”.  Y, en segundo lugar, hace referencia, a la forma como se valoran los proyectos que se promueven y diseñan con un deliberado propósito de prevenir, proteger, mejorar, recuperar, compensar, manejar, controlar, reivindicar o mitigar los efectos nocivos que sufren algunos de los llamados “bienes ambientales” o aquellos que tienen el propósito de sensibilizar y promover en las comunidades una actitud de respeto a los mismos, o para respaldar y dar fuerza a las autoridades que tienen la responsabilidad de hacer efectivas las políticas en este sentido. Nos referimos a la “evaluación de proyectos ambientales”. La recuperación de fuentes hídricas, la reforestación de bosques o el repoblamiento de especies nativas o endémicas; la ampliación y demarcación de áreas protegidas; el amparo y resguardo de la biodiversidad, lo mismo que los sistemas ambientales frágiles; el aprovechamiento económico no invasivo mediante la bionanotecnología aplicada a los sistemas ecológicos; los procesos de capacitación que buscan crear conciencia y cultura en torno al manejo de desechos y su disposición final, entre otras, ilustran esta modalidad de proyectos.

Hacemos referencia en forma explícita a los efectos que sobre el medio ambiente genera un proyecto en cualquier momento de su ciclo (ejecución y operación). Se busca entonces que en los estudios de preinversión, con cierto rigor, prever, mitigar y controlar esos efectos nocivos que afectan las condiciones de vida de la población presente y futura, al poner en riesgo los llamados bienes ambientales (animales, vegetales, minerales, aire, agua, tierra, paisaje, etc.).

[1] Tomado contextualmente del libro GESTIÓN DE PROYECTOS (séptima edición) de Juan José Miranda M.

Invitamos a conocer la Parte II…..

 

 

 

Octubre de 2017
juanjosemiranda.com